Si comparamos el dolor como un analgésico, tal vez, sonaría como una ironía, pero no, en los próximos minutos que leas el tema, te demostraré por que el dolor es una cosa factible.
Todos hemos sentido dolor, un dolor físico como un desequilibrio anatómico de nuestro cuerpo, o un dolor del alma como producto de fracasos, rompimientos, o desequilibrios anímicos y espirituales.
Considero que los más grandes dolores, no son los dolores físicos sino los dolores del alma, por que? Por qué es más fácil que cierre una herida abierta, sangrante, o quemadura, ya sea de 1, 2 o 3 grado, que una herida del alma, ya que se debe encontrar el bálsamo adecuado para cerrarlo correctamente, por que sino, podrían quedar expuesta dicha herida toda la vida.
Necesitamos sentir dolor, para despertar, para reaccionar, para poder resolver nuestras prioridades, para poner fin a nuestras trivialidades y definitivamente para darnos cuenta de lo bueno que nos ofrece esta vida, en síntesis, "Sin dolor no hay resultados".
No debemos acostumbrarnos al mismo dolor, esto es señal de que hay una herida abierta, lo que significa que no se lo ha enfrentado, ni se ha hecho nada para resolverlo.
No debemos ignorar nuestros dolores, debemos darnos cuenta, de que este es un gran consejero, es una alarma que tiene nuestro cuerpo, una señal de que algo anda mal y que debemos darle mucha importancia.
El dolor nos avisa la falta de armonía, cuando es intenso, es para que toda nuestra fuerzas se concentre en ordenar lo desordenado, por que si el dolor no fuera intenso, no le daríamos total importancia.
Y para terminar este tema, que me da un alivio, es que el Dolor nos enseña PRIORIDAD.
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