Una de
las lecciones que me ha dado la vida, es que no existe las famosas
coincidencias. Todo lo que nos pasa o sucede, y que a veces nos sorprende por
la similitud de las evidencias, son producto de la mano natural de Dios.
Aprovecha
esas Dioscidencias, y escucha siempre tu voz interior, que te llevara siempre
por el camino correcto.
Tu eres
el capitán de tu embarcación.
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